Mi prima Arantxa me envió un mensaje hace un par de semanas, una amiga suya había tenido un niño y ella quería llevarle algun regalito.
Como siempre, me preguntó si podíamos hacerle algo bonito y me dió plena libertad creativa.
El color azul nunca me ha gustado mucho y de hecho creo que tengo como 6 o 7 tonos diferentes porque ninguno me convencia mucho, hasta que encontré este, que tiene un tono antiguo como vintage.
Aquí creo que me volví loca,hice dos carritos, uno de ellos inspirado en una galleta de Maria Elena que tiene un gusto exquisito. Ella hizo glasa con papel impreso y yo todo glasa con las ruedas de fondant.
Puse el nombre del niño porque a las mamás nos encantan estas cosas, así queda más personalizado.
Como tenía este cortador sin estrenar, pensé que era una buena ocasión para hacerlo.
Los bodies van con decoración en fondant y con la técnica wet on wet el otro.
Como voy a programar la entrada para el lunes, cuando esteis leyendo esto, las galletas estarán entregadas y Lucía y yo... en El Camino de Santiago, caminando pasito a pasito, una al lado de la otra, ayudándonos y animándonos, compartiendo risas y camino... pero solo unos días, para probar.
Así que si
alguien está por Roncesvalles y veis a una mamá y a una niña caminando
con mochila y bastón, por favor, parad y darnos un abrazo, creo que toda
la energia que llevemos será necesaria para llegar.
Bss
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