martes, 8 de septiembre de 2015

Vacaciones

Vacaciones en Alicante






    He elegido esta foto, en concreto porque es de Tabarca, la isla que está muy cerca de Santa Pola , donde pasamos nuestras primeras vacaciones este verano y que me enamoró.
Hay lugares en el mundo donde, sin saber poqué, te quedarias para siempre,es como si hubieses vivido allí antes y la tierra te llamase... pués eso sentí en Tabarca.



Pero vamos a comenzar por el principio.






   Junio es un buen mes para irse de vacaciones y eso es lo que hicimos este año. 
Por circunstancias familiares, nuestra semanita fué en Santa Pola, Alicante, muy cerca de Benidorm, y ya no me gustó mucho  el tema, porque hace años fuí allí y la verdad es que había tantísima gente  y tanto guiri descontrolado que prometí que jamás volvería

  Así que no me marché con muchas ganas, la verdad. 






La primera sorpresa fué el pueblo, Santa Pola, que tiene un playa magnífica y bien cuidada.




Ejemmmm, esto también ayudó bastante!










Hemos pasado unas vacaciones estupendas y os cuento. Aparte de relajarme muchísimo, ( que ya lo necesitaba ) ,visitamos Alicante y casualmente estaban en fiestas de San Juan, así que habia mucho ambiente y pudimos ver un magnífico desfile con los preciosos trajes alicantinos.

Ahí las llaman Las Hogueras, lo que en Valencia son las Fallas, y había alguna muy muy chula.







También me gustó mucho la cantidad de bares, restaurantes, gastropubs..... todos ellos puestos con mucho encanto y el paseo marítimo, lleno de palmeras es espectacular.













Fuimos a pasar la tarde y fué genial.





Este restaurante de sushi tenia unas pintas espectaculares.





Santa Pola es una población que tiene también mucho encanto, el castillo con unos museos bonitos y cuidados, baratísimos (no llegaban a 2 euros la entrada), el puerto, con una zona de ocio y retauración que me gustó y un bar al lado de la playa con camas!!





Esto forma parte de uno de los museos.








No pude evitar hacerle una foto a la enorme cama dentro del bar con vistas a la playa.









Cenamos en el puerto, pescado recién cogido y también habia puestecitos donde podías comprarlo.






    Otro de los dias , me fuí con mi hija a ver Rio Safari, aunque no soy mucho de zoos, pero este tiene el encanto de ser uno de los primeros en España y cuenta con una pareja de leones albinos, algo muy raro y muy especial.
También tenía una estupenda piscina a la que podias acceder con la entrada, con un tobogan muy divertido ( que probé, claro) y ahí pasamos la tarde.









  Una de las excursiones que hicimos, fué a una zona cercana donde había una grna reserva de flamencos. Era una ruta corta a través de la playa y entre las dunas, toda acotada para preservar la tranquilidad de los animales, pero cada cierta distancia, había miradores que eran como casetas semicerradas donde podíamos contemplarlos. Me gustó mucho.
















  Aquí hicimos una paradita para tomar el vermout.






Y también hicimos algo que yo tenía pendiente, visitar la isla de Tabarca, a solo media horita de Santa Pola.












La isla es muy pequeña pero bien aprovechada. La playa más grande está llena de tumbonas y sombrillas, donde estuvimos todo el día y para los que les gusta las calas, también las hay, pequeñas y con piedras pero con aguas cristalinas.



                                 








     La comida  la hicimos en uno de los restaurantes de la isla que nos recomendaron, La Gloria, y desde luego que merece la pena, por la ubicación (al lado de la playa y en lo alto) con unas vistas fantásticas al mar, mientras comíamos en la terraza, y la comida, de lujo, todo lo que pedimos y todo lo que vimos pasar.










Creo que hay un pequeño museo que ya no nos dió tiempo visitar, y según nos comentaron, los restaurantes solo hacen servicio de comidas, pues cuando se va la última lancha, sobre las 8, la isla se queda medio desierta, solo para los habitantes, lo cual me hace pensar que sería increible poderse quedar a dormir un par de noches en una de las casas.



                                      







  Cuando Tabarca quedó atrás pensé que volvería, porque me encantó.



                              




También hay barcos que hacen la ruta desde Alicante y desde algún otro punto con salida al mar.



Vimos una carrera nocturna, la 10K y me reí mucho pues había gente que corria y a la vez se iban haciendo selfies con el palo... que tiene que haber de todo en esta vida, está claro.....








Otra de las visitas fué Elche, la hicimos en domingo y había un pequeño mercadillo, donde encontré por casualidad, revistas de Pumby, mi héroe de la infancia, no sabeis lo contenta que me puse cuando me compré una.


Visitamos el Palmeral y El Huerto del Cura, que está muy cuidado y es un jardín sorprendente, os lo recomiendo.









Como curiosidad, en el centro de Elche, donde están los museos, nos tomamos un vermout y nos pedimos una caña, cuando nos la sacaron, era más grande que un tubo y venia con tapa de ensaladilla, todo a 1.50 (me hubiese quedado a vivir allí, os lo prometo!)






   Aquel domingo, los museos eran gratuitos y aprovechamos, vimos el arqueológico, que se extiende por y a través del castillo, todo rehabilitado y precioso, unas termas romanas y alguno mas que ya no recuerdo.




   En la oficina de turismo nos pusieron estas gafas de 360 grados, que se veia todo como si estuvieses dentro, una experiencia estupenda.






Una visita estupenda a pesar de los 45 grados que hacía cuando nos marchamos a las tres de la tarde.









También nos acercamos a Villajoyosa y paseamos por su casco antiguo y por la playa que me gustó mucho, incluidas las escaleras mecánicas que tienen para subir desde la playa al pueblo!, menudo lujazo.





En Villajoyosa se encuentra la fábrica de chocolates Valor y por  supuesto que nos acercamos a verla. La visita es gratuita pero hay que coger número, pues entran creo que unas 50 personas, así que si vais a ir consultad los horarios y coged primero el número antes de aparcar.







  Estuvo muy bien, y al final, te ponen un buffet-degustación de 5 o 6 variedades de chocolates ly bombones, y como éramos los últimos y no se llenó el grupo, nos pusimos las botas de chocolates, pues habia para el doble de gente y podías comer lo que quisieses.También compramos, como no, apetecia todo.









La playa de Santa Pola era tranquila en junio y al final, me dió hasta penita cuando nos fuimos.






  




Habia sido una semana completa y estupenda, nos relajamos, nos reimos y disfrutamos en armonia. Se puede pedir más?



Bss