Me encantan los programas de cocina y en concreto me gustó la primera edición de Master Chef, así que cuando comenzó la segunda me dije " esta no me la pierdo" pero al final, creo que han elegido a los concursantes, mas por el juego que puedan dar en televisión que por sus dotes culinarias.
Esta semana me puse delante del televisor esperando a ver que pasaba... y mira por donde, parece que se arregló un poco el programa, el tema es que desplazaron a los concursantes hasta Lisboa y eso me trajo muy buenos recuerdos.
Estuve en esa ciudad hace... por lo menos 15 años y me gustó mucho pero me quedé con ganas de volver y de explorarla más a fondo.
Estos pasteles de Belem me transportaron a esos días y me entraron unas ganas locas de hacerlos
Busqué por la red y resulta que no son difíciles de hacer, así que probé con la receta más fácil. Esta lleva nata que no es , según dicen , la receta original, así que la próxima probaré con leche.
Os dejo con ello a ver que os parece el resultado.
Ingredientes
-3 yemas de huevo
-200 gr de nata líquida
-1 cucharada rasa de harina normal
-ralladura de un limon ( sin la parte blanca que amarga)
-75gr de azúcar
-canela en rama
-1 lámina de hojaldre
- Canela en polvo y azúcar glas para decorar.
-mantequilla para untar los moldes
Preparación
Se pone en un bol la nata,la harina, el azúcar, la piel del limón y la canela en rama y lo ponemos a fuego medio removiendo constantemente hasta que hierva la mezcla. Luego quitamos la piel de limón y la canela.
Aparte separamos las yemas de las claras y batimos las yemas ligeramente. Apartamos el cazo del fuego y vamos incorporando las yemas a través de un colador, batiendo constantemente.
Seguidamente volvemos a ponerlo al fuego y cuando vuelva a hervir retiramos.
Tenemos preparado el hojaldre, el cual volveremos a enrollar por la parte más larga y lo divideremos en 12 partes ( yo comencé partiéndolo por la mitad y así sucesivamente).
Como no tenía moldes, utilicé la bandeja de los cupcakes y quedaron fenomenal.
Primeramente los unté con mantequilla para que luego saliesen mejor y puse un pequeño rulo de hojaldre en cada hueco y con los dedos extendí la masa hacia los lados, formando la cestita. Pinché el interior con un tenedor y luego repartí la cremita.
Al horno precalentado arriba y abajo a 220 grados entre 15-20 minutos, o hasta que se doren.
Se sirven templados o frios y espolvoreados con canela y azúcar glas.
El resultado es bastante bonito pero a mi no me convence mucho
lo de la nata, así que la próxima vez la sustituiré por leche
semidesnatada y probablemente potenciaré el sabor a limón añadiendo una
cucharada de esencia.
Bss