domingo, 6 de septiembre de 2015

Boda

No queríamos boda...




               

Así comenzó todo...




   Elsa no quería boda, ella y Gerardo eran muy felices viviendo su Amor a su manera, sin ataduras, solo con el cariño de los que se quieren y se respetan.





Pero su madre, Carmina, queria que esta unión fuese bendecida, sinó como lo fué la de ella hace ya muchos años, si con la alegría que supone una fiesta en familia 





Y así, Carmina se lió a hacer los detalles de la "no boda"






y me lió a mi para hacer las galletas de la mesa dulce que pensaba montar.


  







Una de las cosas que le apetecía que hiciésemos, fueron estas galletas para los invitados, para ponerlas encima del plato y darles la primera sorpresa dulce y una forma de que cada uno supiese donde iba sentado.







Para los chicos hice estas en forma de corazón, en blanco, con rositas y en los bordes les puse un perlado rosita.





El corazón grande, con estarcido, fué para la mesa dulce.








Estas galletas fueron las de las chicas, todas diferentes, con su nombre dentro.






También pusimos un vestido de novia con zapatos y bolsito y unas tartas en rosa y negro



       





  Corazones de vestido de novia y otros dos de novio, uno con corbata, imitando la que iba a llevar y otra con pajarita.
    










Este ramito de tulipanes fué para la abuela.








   Me enviaron fotos de la celebración y Carmina puso unas mesitas para los dulces y los detalles, preciosas, pero de lo que más me acuerdo, fué de la cara de felicidad de Elsa, al lado de Gerardo, se les veia enamorados y eso, creo, es lo mejor que una madre puede desear









Os deseo que siempre esteis como en esa foto, felices y confiados, el uno en el otro, que el Amor os cubra y os proteja, a vosotros y a toda vuestra hermosa familia.





   Por cierto, aquello fué lo más parecido a una boda que yo recuerdo ... y deciais que no queriais boda!!!


Bss

martes, 1 de septiembre de 2015

Quesadillas

Quesadillas mexicanas









                               



 Mi primer viaje al extranjero fué cuando yo tenía poco más de 20 años. Fuimos a México, en concreto a Cancún y luego a Orlando, a visitar Disney World.

   Fué un viaje inolvidable, por muchos motivos, pero la cultura mejicana y su gastronomia, como parte de ella, me fascinaron.

  Recuerdo que entonces comenzaba todo el tema del "todo incluido" y aquello era jauja.
El poder comer y beber sin conocimiento, (sobretodo beber) era lo mas. Margaritas, tequilas, caipiriñas... y la comida, buenísima!!

Habia al lado del hotel, un restaurante no muy grande, que estaba especializado en desayunos y tenía unas pintas fantásticas. Pues bien, un día que nos levantamos supertarde y ya no podíamos bajar a desayunar, decidimos acercarnos y probar su comida.






   La experiencia fué tan buena, que todavía hoy me acuerdo con nostalgia, porque probé por primera vez las quesadillas...uhmmmmmm que ricas,  llenas de queso que se derretia en la boca, sabrosas , tiernas y calentitas!

 Siempre que voy a un restaurante mejicano, pido  quesadillas, con la ilusión de recordar aquel maravilloso sabor, pero nunca lo logré.... hasta hoy, hace 10 minutos que me acabo de cenar las quesadillas más ricas (después de aquellas, claro) de toda mi vida y ha sido de casualidad, viendo esta mañana en facebook, la entrada una chica, Pilar, y una cosa me ha llevado a otra y he aterrizado en su blog, y he visto esta receta de quesadillas, superfácil  y muy inspiradora. 

Os he puesto el enlace para que disfruteis y yo os voy a dar mi versión.

Ingredientes

- Un paquete de tortillas de trigo
- Una cebolla mediana
- dos pimientos verdes
- Un pimiento rojo
- Un calabacin mediano
- 6 filetes de lomo ( que tenía rondando por la nevera)
-curry en polvo
-Mozarella rallada.


Preparación

   Cortamos la cebolla y pimientos en juliana y lo ponemos a pochar en la sarten ( en mi vitro, al 6), despues de 3 o 4 minutos, agregamos el calabacín cortado a daditos y vamos removiendo de vez en cuando hasta que el sofrito esté hecho.

   Aparte, cortamos el lomo a cuadraditos pequeños, lo salamos y le echamos el curry o las especieas que queramos y dejamos macerar un ratito en el frigo.

 Poco antes de acabar el sofrito, ponemos la carne a freir en otra sarten ( si lo echamos en la misma, se cuece y a mi me gusta la carne doradita).







Luego lo juntamos todo y ya podemos comenzar a montar las quesadillas. Primero calentamos las tortillas de trigo y ponemos parte del sofrito con la carne y por encima añadiños la mozarella. Doblamos la tortilla y la ponemos con unas gotitas de aceite en la sarten para que el queso funda, le damos la vuelta y la sacamos. La partimos en tres triángulos y ya está, a comer y a disfrutar!


   Podeis hacerla solo de verduras, con pollo, con cerdo, con lo que querais, incluso si os ha sobrado algo del día anterior, mezclandolo con las verduras, estará buenísimo y cuando funde el queso...... creo que ya no hay vuelta atrás. Hacedme caso, están de muerte.



                                   Bss

domingo, 30 de agosto de 2015

Nos vamos de boda


De bodas y otros recuerdos








Hacía mucho tiempo que no subia nada, y no es por falta de cosas pendientes, sino por estar ocupada en otras historias y a veces por un poquito de vagueza, la verdad.

 Estas galletas se las hice a Leti, una peluquera amiga mia que queria sorprender a sus amigos y familia con un detalle diferente en estas vacaciones.

   Esta primera galleta es un imprimible de mi amiga Rebeca, que los hace de cine. Está montado en una pieza grande de aproximadamente 20x20, con lo cual se luce mucho y es un detalle precioso.










   Esta es una foto de los recién casados que nosotras quisimos hacerla como si fuese una foto enmarcada y el resultado me encantó, la verdad es que todo el mérito es de la foto que es preciosa.






   Como también había un bebé recién nacido, Leti quiso algo tierno para los papás y como a mi me encantan los baberitos, pues esto es lo que salió, con la foto-marco del bebé incluida.











   Completamos con este vestido de novia con zapatitos y bolsito a juego ( como me gusta hacerlos) y la tarta también supermona.



   Me falta enseñaros la foto de los abuelos, dos manos entrelazadas, todo un símbolo de Amor del bueno, y os aseguro que fué una de las galletas más emotivas para mi lástima que no hice ninguna foto..





 Sé que hubo alguna que otra lagrimita... pero eso es bueno, las galletas transmiten sentimientos, del que las hace, de quien las entrega y del que las recibe y de todo ello surgen las historias....

   Gracias por dejarme participar en vuestras vidas.


Bss

jueves, 27 de agosto de 2015

Shortbreads

Shortbreads ( o las galletas más fáciles y ricas)








Estas son unas galletas fantásticas y supersencillas. ya publiqué hace tiempo otras parecidas pero con avellanas, que de vez en cuando aparecen en mis sueños y cuando despierto pienso " ha sido un mal sueño, esas galletas no existen y nunca volveré a hacer la receta, porque sinó volveré a caer y ya estoy curada..."







Bueno, pues cuando vi esta receta, (a ver si me acuerdo del blog, que por cierto, era estupendo y os pongo el enlace ) me dije, Conchi, esto es premonitorio, tienes que hacerla".

Y es que es tannnnn fácil que hasta un niño de 3 años la haria.

Ahi os la dejo.





Ingredientes

- 150 gramos de mantequilla salada o sin sal, como más os guste (yo sólo tenía de la normal, así que se la puse)
- 50 gramos de azúcar blanquilla
-180 gramos de harina normal.
- un poco de azúcar para espolvorear por encima.


Preparación

  Se bate la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y luego , poco a poco la harina, primero con la batidora y finalmente se amasa a mano.

 Se estira entre dos papeles de horno y se pasa el rodillo. La masa no queda dura, al contrario, no se pega pero está blandita.
 Se corta con un cortador ( yo he utilizado este pequeño, de unos 5 cm porque así da menos remordimiento...), se ponen en una bandeja de horno y se les añade azúcar por encima y yo además les he echado canela en polvo.








  Se hornean unos 8 o 10 minutos a 180 grados , arriba y abajo y se sacan cuando esten doraditas.

  El resultado, espectacular!!!, así que mañana se las llevo a mis compañeras de trabajo para el café, porque no puedo tenerlas en casa un día más. De verdad, estan superricas y además es que son tannnnn fáciles!. Probadlas.








Bss




domingo, 23 de agosto de 2015

Un paseo por Madrid

Un paseo por Madrid





                                    


   Esta soy yo, Conchita, para los que no me conozcais. Con algún año más, pero con la misma ilusión y ganas de conocer mundo que hace 30 años.

  Nos fuimos a Madrid esta semana pasada. Teníamos muchas ganas, porque Madrid siempre apetece y además en verano, con poquita gente...

   Mi primo Antonio fué el anfitrion, él y Almu siempre son muy hospitalarios y se lo agradezco de corazón, a los dos, porque te hacen sentir  mejor que en casa y eso no tiene precio.






Estuvimos cerquita de Atocha y a un paso del todo Madrid. Fuimos andando a casi todos los sitios y así disfrutamos el doble de nuestra visita.

   Comenzamos por La Casa Encendida, un centro cultural, cerquita de Atocha, con salas de exposiciones y una azotea estupenda donde hacen conciertos para el verano los fines de semana, lástima que nosotras nos marchamos el viernes, pero me lo apunto para la próxima, además la cafeteria me pareció un lugar muy acogedor y también sirven menús al mediodia por un precio razonable, entorno a los 10 euros.


Nuestra  siguiente para da fué La Gatoteca, un lugar único, detrás del museo Reina Sofia. Me lo comentó una amiga y me gustó tanto la idea que nos fuimos para allá.

  Tienen entre 15 y 20 gatos, todos ellos recogidos de protectoras o abandonados. Ellos se encargan de cuidarlos y darles un ambiente agradable, sin estres, para que se recuperen y al final, puedan ser adoptadados por gente que los ame y los proteja.

A la entrada te ponen una pulserita como en los parques y así saben el tiempo que estas dentro y pagas en función de eso, aproximadamente 4 euros por media hora y 6 por la hora entera, si vas con niños, ellos pagan 3 euros como tarifa plana, y la consumición va incluida siempre, incluso si quieres una segunda bebida, te la pones y echas en un cerdito-hucha, la voluntad.

Estuvimos un ratito muy entretenido, disfrutando del ambiente y de los gatos, que estaban superbien, todos gordos y bien cuidados, se notaba que los trataban con mucho cariño y respeto y el local, en dos plantas, estupendo. Una visita totalmente recomendable y de lo mas original, sobretodo si eres amante de los gatos.













   Siguiendo con nuestro paseo, nos llevaron al Espacio Gourmet del Corte Ingles, en el centro y estuvo genial el poder ver Madrid desde la terraza, siempre en buena compañia.






   Así se veía desde la azotea del Corte Ingles.





y asi, de camino hacia casa, Madrid iba anocheciendo...









  El miércoles nos levantamos con ganas y como primera parada estuvimos en Caixaforum que siempre tienen unas exposiciones estupendas y os recomiendo esta de Egipto, ¨Animales y Faraones¨, un verdadero lujo. También merece la pena pasarse de vez en cuando por la tienda de souvenirs porque siempre encontramos regalos muy originales.

Nuestras siguiente parada fué en el edificio de Telecomunicaciones, abierto al público, con un mirador fabuloso y casualmente todos los primeros miércoles de mes era gratuito (cuesta normalmente 3 euros) así que entramos, pues nos caía de paso.

   Nos dieron hora para el siguiente pase pues solo entran en la terraza un número máximo de personas en cada turno, pero enseguida subimos y las vistas son realmente magníficas.-




   Esta es una vista del interior.







Y esto parte de lo que podemos ver desde arriba.



Para comer  , en un restaurante por detrás del ayuntamiento, subiendo por la calle Carretas, la primera a la izquierda, la calle Cadiz, el restaurante hace esquina a la dcha creo que con la calle Barcelona, donde también está el restaurante En Busca del Tiempo, que probaremos la próxima vez.


Y después de comer buscamos la Bolseria Tirso, que ha cambiado su ubicación en la calle Colegiata, muy cerquita de donde estaban (plaza Tirso de Molina), pero ahora tienen un local muchísimo mejor, más moderno y funcional.
  Compré material para mi y para las amigas (me fuí cargada de bolsas) y como ya no podíamos mas decidimos descansar un poquito.

Sobre las 9 de la tarde, Antonio nos llevó a un sitio que yo tenia muchas ganas de conocer, El Parque de Europa, a unos 20 minutos en coche desde Madrid, en Torrejon de Ardoz.

Es algo sorprendente, bonito y muy bien cuidado, el parque de Europa, tiene jardines, canales, barquitas, zona infantil, mini golf y la reproducción a tamaño casi real de monumentos europeos super famosos, como la Torre de Belem en Lisboa, la Puerta de Alcala en Madrid, el Atomiun, en Bélgica, el Tower Bridge, en Londres, la torre Eiffel, en Paris, la Fontana de Trevi en Roma... un parque de lo más curioso y además gratuito. Por cierto, para verlo, es mejor cuando baja el sol, pero en verano llevaros un buen repelente de mosquitos porque a nosotros nos fundieron.








Y así llegó el jueves que fué de lo mas intenso. Salimos con tranquilidad y nos fuimos a desayunar a una cafeteria cercana, luego cogimos un bus y nos plantamos en el centro,  vimos la Casa del Ratoncito Perez, la auténtica, ya sabeis que se encuentra en Arenal 8, al lado de Sol, donde el ratoncito vivia en los sótanos de una pasteleria dentro de una caja de galletas...

Actualmente, ya no vive en el sótano sino en la primera planta , y pudimos ver toda su casita. Una visita de lo más tierna.










Este es el buzón donde Perez recibe todas las cartas que le enviamos.




Y esta es su caja de galletas.......







   Y dejando atrás la calle Arenal, nos dirigimos al Palacio Real que me hacia mucha ilusión visitar de nuevo con mi hija.

Las colas interminables, pero afortunadamente iban rápido con lo cual en unos 15 minutos entramos y pude ver de nuevo esos salones impresionantes.

A la salida nos tomamos un refresco en el Starbucks de Arenal, en la planta de arriba, viendo pasar a la gente y a las dos estábamos en Chueca para comer con Antonio en el Momo, un restaurante pequeño pero muy bien decorado, con un menú abundante y variado. Está en la calle Libertad, 8, paralela a Fuencarral.

Por cierto, que Madrid será muy grande, pero nos encontramos en el mismo restaurante a mi prima Dolores, menuda casualidad!

Y para tomar café quedamos con unos amigos a los que hacía tiempo que no veíamos y que nos alegró encontrar de nuevo.
Paseito hasta el Prado que de 18.00 a 20.00 es gratuito todos los días y cola enormeeeee, pero que nos liquidamos en unos 20 minutos y ya estábamos dentro.

Habia una exposición de 10 Picassos venidos de otros museos, que con lo que ya tiene El Prado, eso fué la guinda.

Era la primera vez que Lucia visitaba el Prado y me encantó pordérselo enseñar. Vimos el Jardin de las Delicias de El Bosco, la Mona Lisa de Leonardo,Las Meninas de Velazquez, las tres gracias de Rubens, los fusilamientos del 2 de Mayo de Goya, El Greco en estado puro, Durero, Picasso,..... tanta belleza junta que realmente emociona y creo que aunque al principio Lucia estaba alucinada de ver a su madre disfrutar como una niña, al final sé que salió feliz también y eso me llena  de alegria, el poder compartir con mi hija esos momentos tan especiales para mi.
Yo estaba lanzada y quería enseñarle el Guernica en el Reina Sofia, pero ahí ya me paró, me dijo "mamá, creo que por hoy ya vale de museos" y tenía razón, jajaja!






La mañana del viernes, nuestro último día, nos la reservamos para ir al Retiro, a pasear con tranquilidad, a ver los pavos reales.





Luego, el palacio de Cristal, dentro del cual había una Jaima que montan todos los años por estas fechas y donde se puede tomar el té al estilo tradicional.







Esta foto seguro que la reconoceis, es el estanque del Retiro.





Y como nos habían recomendado el museo del Romanticismo, pues nos cogimos el metro en Retiro hasta Tribunal y al lado de la estación está la calle San Mateo y allí el museo.

Nos sorprendió agradablemente el edificio, totalmente rehabilitado, una casa de la época, con unas 25 habitaciones, todas ellas amuebladas perfectamente que nos transportaban como si hubiésemos viajado en el tiempo. La entrada nos costo 3 euros y los niños gratis.

Pero lo mejor estaba en la planta baja, un pequeño café con muchísimo encanto, pues estaba escondido en un jardin interior de lo más romántico y con unas tartas buenísimas. Creo que no os lo podeis perder, es una visita que merece la pena y además sirven menús de 14.00-16.00







Fuimos paseando calle abajo y nos encontramos con un palacete deshabitado que según nos comentaron, alquilan los meses de verano para que varias tiendas puedan exponer sus productos y así supongo, poder mantener el edificio.
La promotora es Manzana Mahou y ponen un café en el jardin, de lo más encantador.
  Dentro compramos unos patés buenísimos y en la tienda habia una nevera roja antigua que nos gustó, pero que al final resultó ser una puerta hacia una habitación secreta...... (esto lo descubrimos cuando un señor abrió el frigo y se coló dentro! imaginaos nuestra cara, jajjaja!)




Y sí , esta es la famosa nevera!!

Al final volvimos a Gran Via y entramos en el espacio Telefónica, en Fuencarral 3 y vimos una exposición sobre la película Atrapa la bandera.
Tienen una cafeteria en la primera planta de lo más tranquila.

Nos dejamos de ver una cafeteria en Gran Via, dentro de la tienda deportiva New Balance, porque en agosto estaba cerrada, pero abren en septiembre y me pareció algo curioso para visitar la próxima vez, además acabo de leer que también dan comidas y tiene mucho éxito.

A las 14.30 fuimos a comer y esta vez también estuvo genial, al lado de Gran Via.




Este es el sitio,La Gloria de Montera, (la calle paralela a Gran Via) y aunque el interior parece de restaurante caro, el menú no llega a los 11 euros.


Para bajar la comida, paseito por el Retiro pasando por los Jerónimos.
















  Y finalmente, después de descansar, volvimos a casa. Cansadas pero contentas por todo lo que habíamos visto, por las experiencias, las risas, la comida, los lugares especiales y la buena gente con la que habíamos convivido.

Vuelvo a recordar porqué me encanta viajar, el placer que siento al descubrir lo que me rodea con los ojos de la inocencia de mi hija y me siento tremendamente feliz de poder compartirlo con ella y con todos vosotros.



Sed felices. Bss